Un congreso de amistad

Comenzábamos el pasado martes. En la sesión inaugural, el Vicerrector de Profesorado de la Usal dijo que lo que más le gustaba del congreso es que era un evento en el que se respiraba «buen rollo». Ese mismo día, por la tarde, en el documental que repasaba los diez años de novela y cine negro en Salamanca, varias personas definieron el congreso como un lugar de amistad. Y el resto de días así continuaron las cosas, entre el buen rollo y la alegría de trabajar entre amigos, con amigos y para amigos. Así se afrontan mejor las cosas: las urgencias de última hora, los problemas técnicos, los cabreos por ver que las cosas no salen cómo se esperaba, la falta de sueño, las carreras de un lado a otro o esa sensación de no tener la cabeza en ningún sitio cuando se tiene en mil a la vez. Así también se disfrutan más las ponencias, las mesas redondas, los cafés entre sesión y sesión e incluso esas cervezas de última hora que ayudan a bajar la adrenalina. Y así seguro que continuaremos, al menos, diez años más. Aquí os esperamos: gracias a todos por venir.